¿ES CARO UN EBOOK?
A menudo oigo quejas sobre el precio de los ebooks y, en parte, las comprendo, porque el tipo de lectoras entre las que me muevo, las de novela romántica principalmente, es el que suele leer un libro en 2 días y lee muchos. Por lo tanto, compra mucho. Me incluyo entre ellas. Y pagar más de 6 euros por un ebook afecta al bolsillo.
Sin embargo, conociendo un poco el mundillo editorial, no puedo evitar verlo desde el otro lado. Porque el ebook tiene un coste. Menor que el del libro en papel, es cierto, pero la diferencia no es tanta como parece. De hecho, lo único que se ahorra la editorial es la impresión, y los costes de impresión de una novela representan un porcentaje muy pequeño en el total del libro. Y no es un ahorro del 100%, porque la digitalización del contenido y la integración de los metadatos requiere el trabajo de alguien, y ese alguien cobra por hacerlo, por supuesto.
“¡Eh, pero también se ahorran la distribución!”,
me dicen cuando esgrimo el argumento anterior. Sí y no. Porque también hay un intermediario en la cadena que va del autor a la tienda online. En España, el que gestiona la mayoría de la distribución de los ebooks es Libranda, que se lleva, como es lógico, un porcentaje. Aunque no es tan alto como el de la distribuidora del libro en papel, hay que sumarlo a los costes del libro electrónico.
Si ese libro no tiene versión impresa, si solo se lanza en ebook al mercado, piensa que algún profesional ha invertido un tiempo en corregirlo (aunque algunos ebooks parece que no hayan pasado por ese proceso) otro lo ha maquetado y otro más se encargado de diseñar la portada. Todos deben cobrar por su trabajo, lo que se suma al coste del ebook. En caso de que exista versión en papel, ese gasto se reparte entre ambas y no afecta tanto al precio por unidad.
Otro punto importante: el IVA. El libro electrónico soporta en Europa el tipo estándar, que en España es el 21%. Puede que esto cambie en un futuro, pues el 2 de octubre se anunciaba que la Unión Europea había aprobado una nueva normativa que permitirá, a los países que lo deseen, aplicar un IVA reducido a las publicaciones digitales ¡POR FIN! En el caso de nuestro país podría ser ese 4% que soporta el libro impreso. Pero eso aún está en el aire, así que, de momento, el precio de un ebook sigue incluyendo un buen pico para el Estado.
En resumen y en números (basados en algunos artículos del blog de Mariana Eguaras), cuando ves un ebook a 7,99€, por ejemplo, y despotricas por lo caro que es, piensa que, de entrada, hay 1,39€ que van a parar a las arcas de hacienda. El resto, que son 6,60€ se reparte más o menos así:
Vale, sé que estás pensando que tantos decimales marean (a mí, que soy de letras, me pasa), pero con cifras tan bajas resultaría engañoso el redondeo. Y para no marearte más, prefiero que seas tú, si te apetece, la que calcule los porcentajes de ese ebook a 1,99 (o menos) que nos encanta comprar. Repito que los porcentajes son aproximados, pueden variar 5 puntos arriba o abajo, solo son para que te hagas una idea de qué es lo que pagas en un ebook.
Sé que te gustaría que todos tuvieran un precio inferior a 4 euros, y en romántica hay montones a 2,99 y hasta más económicos, pero no siempre es posible. Si los hay (no hablo de los autopublicados) supongo que es por varias razones:
cuestión de marketing y fidelización del lector (un sector pide el ebook y es mejor dárselo, pues son lectores potenciales para el libro impreso)
tanteo de cómo funciona una determinada novela en el mercado (si vende bien, la publicarán en papel)
la editorial publica muchísimos títulos y el ínfimo beneficio que le deja cada uno va sumando (esto es deducción mía).
Y luego está el factor “marca”, es decir, el prestigio del autor. Me parece lógico que un ebook de Nora Roberts o de Lisa Kleypas se venda a un precio más alto que uno de Fulanita de Tal. Y no solo por la fama de su nombre. Piensa que la editorial imprime tiradas más amplias de una novela de Kleypas que de una de Fulanita, y que le interesa vender la edición en papel. Y... saben que dirás eso que también he oído muchas veces:
“a este precio, paso del ebook y me lo compro en papel”.
¡Genial! Porque si compras la novela impresa y se agota la edición, probablemente la editorial seguirá publicando más títulos de la autora en cuestión. (Si quieres, otro día te desgloso los porcentajes de un libro en papel)
Puede que ahora estés deseando decirme que todo esto que te cuento está muy bien, pero que tu presupuesto mensual para libros es de 30 euros (o menos) y que no te salen los números, si has de pagar 6 o más por cada ebook y comprarte en la librería aquel que quieres tener en tu estantería.
Vale, entonces puedes probar las modalidades de suscripción (Nubico, Kindle Unlimited…), que salen muy a cuenta. O esperar a que esa novela que te apetece leer esté en superoferta (KindleFlash, Tagus del día). O... pararte unos minutos a mirar tu biblioteca digital: seguro que tienes un montón de títulos que aún no has leído, que has ido comprando y acumulando, como he hecho yo desde que tengo el ereader. Es un tipo de compra compulsiva en la que me he propuesto no volver a caer, porque no me da la vida para leer tanto.
Bueno, con todo esto no pretendo convencerte de que los ebooks no son caros (el concepto es relativo, como todo), solo que tomes conciencia de que lo digital también tiene unos costes que, a menudo, no vemos, y que esos costes representan la suma del trabajo de unas personas que, si no lo hicieran, no tendríamos ebooks.
Y ahora, corre a comprarte uno que te apetezca mucho y... ¡disfruta de la lectura!