5 RAZONES PARA ESCUCHAR AUDIOLIBROS

Leer escuchando es una opción relativamente nueva en nuestro país, pero la oferta de audiolibros en castellano es cada vez mayor y más variada. Si exploras en cualquiera de las dos plataformas que la concentran (Audible y Storytel) encontrarás, además, un fragmento gratis en todos los títulos que te ayudará a decidir si te apetece escuchar uno en concreto o no.

Porque la voz que narra el audiolibro y cómo lo hace es más importante de lo que crees, sobre todo en cualquier género de ficción. Va a influir en cómo te llegará la historia que te cuenta, en si te va a emocionar o no, en tu grado de concentración en lo que escuchas y por lo tanto, en cuánto vas a disfrutar de la novela en cuestión.

También hay audiolibros multivoz y, en mi opinión, son los mejores. ¿Has escuchado alguno narrado a varias voces? Si aún no has tenido la oportunidad, prueba con Un marqués de fábula y otros relatos, que está disponible en Audible.

Portada del audiolibro disponible en Audible — Clica para acceder al audiolibro

Vale, sí, lo he escrito yo, pero no te lo recomiendo solo por eso, sino porque creo que vale la pena escuchar cómo están contadas cada una de las breves historias que lo componen. Y por más razones, pero antes...

UN POCO DE HISTORIA DEL AUDIOLIBRO

Las primeras grabaciones de libros surgieron a mediados de 1930 en EEUU y Gran Bretaña con el objetivo de facilitar el acceso a la literatura a las personas con discapacidad visual. Este objetivo perduró durante décadas y se extendió a otros países. El soporte físico utilizado era el disco de vinilo.

A partir de los años 70 del siglo pasado, el cassette se convirtió en el medio predilecto que más adelante sería sustituido por el CD. Cuando Internet se populariza (a mediados de los 90), el audiolibro ya no precisa de un soporte físico y empiezan a surgir plataformas donde escucharlos. Pero tardaron un poco en llegar a España.

Un inciso: respecto al objetivo primigenio, puedo dar constancia de ello con mi propia experiencia. Recuerdo que, en mis inicios en el doblaje, en 1990, me ofrecieron grabar novelas para la ONCE. No me atreví. Leer en voz alta durante 3 o 4 horas seguidas requiere una técnica que yo aún no había aprendido.

El primer acercamiento al audiolibro en España lo hizo la editorial Alfaguara en 1995, cuando puso voz a obras de Rafael Alberti, Arturo Pérez Reverte y Mario Benedetti. Y no cualquier voz: Charo López, José Sacristán y Adolfo Marsillach participaron en las grabaciones. No funcionó. Ocho años después, Salamandra hizo un nuevo intento apuntando a un público distinto, ya que produjo los audiolibros de Harry Potter en CD. Tampoco dio el resultado esperado. Mientras en EEUU, Reino Unido y Alemania el audiolibro era ya una forma habitual de leer, en nuestro país pasaba desapercibido. Hubo que esperar hasta 2018 para que comenzara a arrancar este formato, con la llegada de la plataforma Storytel, y más adelante con Audible de Amazon (en octubre del 2020).

Dato curioso

En 2020, las ventas de audiolibros en EE. UU. superaron por primera vez las ventas de ebooks. Se estima que un 50% de lectores de ficción habituales elige el formato de audio para sus lecturas.

Los datos en España son muy distintos: en 2022, el 34% de la población ha escuchado ya algún audiolibro, pero solo un 5,4% tiene el hábito de escucharlos una vez al mes (y casi la mitad escucha no ficción)

Aunque parezca desesperanzador, no lo es. Ten en cuenta que no llevamos ni cinco años con esta opción de lectura, mientras que en EEUU llevan casi treinta.

Démosle tiempo al audiolibro.

También razones, claro, y ahí van las que he seleccionado de entre las muchas que he visto por Internet y que dan título a este post.

Las 5 razones para escuchar audiolibros

Estimulan el oído y mejoran la capacidad de escucha. «Oír» no es lo mismo que «escuchar», y me harto de ver que esos dos verbos se utilizan como sinónimos en la mayoría de novelas. Escuchar implica prestar atención a lo que se oye. Por lo tanto, un audiolibro nos pide concentración auditiva o perderemos el hilo de la historia. Trabajar esa concentración en lugar de la visual (lo que hacemos al leer en papel o en ebook) nos ayuda a aumentar la capacidad de escucha.
Favorecen la comprensión lectora. Aunque podamos elegir la velocidad a la que escuchamos un audiolibro, recomiendo mantener la original de la grabación (a menos que la voz que narra lo haga con exasperante y soporífera lentitud). Una historia bien narrada, con la entonación adecuada, el ritmo preciso y el énfasis ocasional que requiera una palabra o frase determinada nos envuelve y atrapa de tal modo que comprendemos mejor lo que nos cuentan. Un audiolibro sería equiparable a la slow Reading, de la que soy una acérrima defensora. Me gusta la lectura lenta, disfrutar de cada párrafo de una novela cuando esta me engancha, de cada momento que viven los personajes.
Puedes compaginar la lectura con otras actividades. No siempre tenemos tiempo para sentarnos a leer, pero sí podemos escuchar un audiolibro mientras conducimos o en el transporte público, por ejemplo, o cuando hacemos ejercicio o damos un paseo. También mientras cocinas o planchas o realizas cualquier otra tarea rutinaria que tenga tus manos y tus ojos ocupados. Además, mantener la escucha ocupada mientras llevamos a cabo actividades rutinarias o poco satisfactorias, reduce el estrés. Yo lo he probado, y es verdad.
Ahuyentan los pensamientos negativos. Algunos estudios han demostrado que los audiolibros tienen el poder de mejorar el ánimo, ya que escuchar a alguien leyendo en voz alta ayuda a silenciar los pensamientos negativos, especialmente en las personas propensas a sufrir ansiedad o depresión.
La accesibilidad. En dos sentidos distintos: primero, es fácil suscribirse a una plataforma o, si prefieres no pagar para leer, registrarse en la red de bibliotecas públicas o en un sitio web que contenga audiolibros gratuitos (y que no estén pirateados, ¡no confundamos!). Y segundo, son una gran alternativa para quienes no pueden leer de forma tradicional debido a algún problema en la visión. Ya he comentado antes que los primeros audiolibros estaban destinados a los invidentes, pero también son una opción muy buena para disléxicos, las personas mayores o simplemente para disminuir la fatiga visual o el SVI (Síndrome Visual Informático) tan común hoy en día. Si quieres saber más sobre este síndrome, entra aquí.

¿Te he convencido de probar esta forma de lectura?

Pues si todavía dudas o tuviste la mala suerte de probar con uno que no te gustó (como me pasó a mí, y no con uno, sino con tres), retomo el punto que he aparcado antes y te animo a escuchar el que la editorial Takebooks ha hecho de mis relatos. A las razones generales que acabo de mencionar, añadiré tres más:

Es multivoz, casi un audiolibro dramatizado (solo le faltaría música y efectos de sonido para calificarlo como tal), y los actores y actrices que han participado son de lujo.
Son relatos, tres de ellos muy cortos, de modo que no te quedarás a la mitad de ninguna historia si tu tiempo para escucharlos es reducido.
Podrás escucharlo gratis. Están en Audible, la plataforma de Amazon que funciona con suscripción, pero tienes 30 días de prueba o 90, si eres Prime, lo que te da para este audiolibro (dura 3h y 6min.) y algunos más.

Qué vas a encontrar en Un marqués de fábula y otros relatos.

Son del género romántico histórico, como las novelas que escribo, y los protagonizan algunos personajes secundarios de la Trilogía de Oro. Si no la has leído, no importa mucho, puedes lanzarte con estas breves historias y, a lo mejor, te entran ganas de leer las novelas.

El que da nombre al título, Un marqués de fábula, es el único largo y lo escribí para redimir al Marqués de Monteseco, el antagonista en La diosa de mi tormento. Fue lo primero que autopubliqué en Amazon, por probar, y estuvo disponible hasta 2020.
Secreto de confesión: Es el más breve y estaba incluido como extra en el ebook de La joya de mi deseo que publicó Círculo de Lectores en 2013.
Amor en la niebla: El más desconocido, ya que solo llegó a publicarse en la Antología RA 2016, en una edición no venal que se regaló a las asistentes al evento que se celebró en Madrid.
Una sola palabra: Iba destinado a ser un extra para el ebook de La diosa de mi tormento, pero a mi editora de Círculo de Lectores le gustó tanto que decidió ponerlo a la venta por separado. Dejó de estar disponible en 2018.

En cuanto a las voces que narran e interpretan los relatos, he tenido la gran suerte de contar con grandes profesionales del doblaje como Daniel García G. (voz habitual de Brad Pitt y de Ewan McGregor, entre otros), Xavier Fernández (voz de Michael Fassbender y Mark Ruffalo) o José García Tos (voz del rey Viserys Targaryen en la serie La casa del Dragón, de HBO). Desde aquí, quiero darles las GRACIAS, a ellos y al resto del reparto que ha dado vida a mis personajes, por el estupendo trabajo que han hecho. Es un privilegio tener tan buenos compañeros y compañeras de profesión. Y por supuesto, gracias también a la editorial de audiolibros Takebooks, porque detrás de las voces hay técnicos de sonido y otras personas que intervienen en el proceso de producción.