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  • Nuria Llop

Un anillo para una ficción



Los anillos han sido objeto de intercambio entre parejas desde el principio de nuestra era. Cuando ese anillo constituye además un símbolo de amor, suele incluir una inscripción o su diseño pasa a ser más elaborado. Uno de los diseños más populares en la Edad Media era el que representaba dos manos unidas y que recibió el nombre de fede (italiano del vocablo “fe”). Más adelante, y como anillo de matrimonio, se intercaló un corazón entre las manos como símbolo de la indisolubilidad de la unión por amor.


Las habilidades técnicas de los orfebres del Renacimiento produjeron un nuevo estilo de anillo derivado del fede:

el gimmel

La palabra que proviene del latín "gemmelli", que significa “gemelos”. El gimmel lleva dos aros, a veces tres, que se despliegan en abanico desde el centro de la base. Al cerrarse, los aros se unen tan perfectamente que solo se ve un único anillo. Esta alusión simbólica al matrimonio era realzada mediante una inscripción grabada en el aro y extraída de la ceremonia nupcial: «Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre». Un ejemplo real lo tenemos en Martín Lutero, que llevó un gimmel con esa inscripción el día que contrajo matrimonio con Catherine Bora en 1525.

El gimmel suele ser de oro, con un rubí y un diamante en el aro central, como símbolo del amor y de lo perdurable respectivamente. Unas manos talladas en los dos aros externos parece que sujeten las gemas centrales cuando el anillo se cierra. Representaría las dos personas se unen en una sola al casarse.


Muy pocos orfebres se atrevieron a realizar tan sofisticadas sortijas. Cuando descubrí la de la fotografía que veis en este post, mientras buscaba documentación sobre joyería del siglo XVII para la novela La joya de mi deseo, el anillo me atrapó de tal modo que quise incluirlo en alguna de mis historias. En la que estaba escribiendo no tenía cabida, pues ya había otra, la Perla Peregrina, que tenía un papel muy importante (aquí te hablo de ella), así que la guardé para la siguiente. En La diosa de mi tormento, un anillo gemelo como este, realizado en Europa entre 1600 y 1650, será la clave para descubrir cierto secreto del pasado del protagonista masculino, Julián.


Publiqué la novela en 2014 con Círculo de Lectores, que cerró unos años después. La editorial Libros de Seda hizo una segunda edición en 2015, pero hace ya algunos años que quedó descatalogada. Ahora he hecho una nueva edición de la Trilogía de Oro para que vuelva a estar al alcance de quien no pudo leerla. Encontrarás las tres novelas en Amazon.


¡Gracias por leer este post!

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(Foto del gimmel: procedente de travellinganachronism.tumbrl.com.)



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